Tramo 01 Herrerías - Pedrafita do Cebreiro

Vía Künig

HERRERIAS PEDRAFITA

0
Kilómetros totales
Herrerias de Valcarce
recorrido 1%
A Lama
recorrido 24%
O Castro
recorrido 66%
Pedrafita do Cebreiro
recorrido 100%
Feria Pedrafita días 5 y 21 de cada mes

Duración: 1 hora 30 mins

Dificultad:
3.4/5
Paisaje/naturaleza:
3.6/5

Descripción del tramo

Llegamos a Herrerías del Valcarce por el antiguo Camino Real de Carlos III de fines del siglo XVIII denominado «Camino Real de acceso a Galicia». Esta importante vía de comunicación fue reformada y adaptada a las crecientes necesidades del trafico en varias ocasiones. La mas importante fue el denominado popularmente como Plan Peña y oficialmente como Plan General de Obras Públicas de 1940, donde se procedió a su asfaltado, ampliación en ciertas curvas peligrosas, colocación de señalización que veremos restaurada en el tramo As Nogais – Becerreá y denominándola Nacional VI. Actualmente, se le conoce como «la vieja» para diferenciarla de «la nueva» que se refiere a la  remodelación que sufrió en los años 80 del siglo XX con la ampliación de muchos tramos antiguos y construcción de diferente trazado en muchos puntos.

En Herrerías tenemos dos opciones para llegar a Pedrafita:

  1. Continuar por la antigua N. VI. Tramo apto para caminar y único disponible para bicicleta.
  2. Camino de montaña original por el fue el propio Hermann Künig. No apto para bicicletas. 

OPCIÓN 1 POR LA VIEJA NACIONAL VI. Continuamos por esta N. VI e iniciamos la subida al lugar de Pedrafita que dista 9 km. Es un ascenso cómodo que también utilizan habitualmente los peregrinos ciclistas que desean llegar al Puerto del Cebreiro por el Camino Francés ya que la costa de la Costa de Faba no es apta para bicicletas. Otra ventaja de este itinerario es la casi total ausencia de vehículos de motor por «la vieja», ya que circulan por la Autovia A6. No obstante, debemos de mantener la precaución en todo momento porque nos vamos a encontrar con el trafico local.

En toda esta ascensión nos va a acompañar a nuestra izquierda el Monte del Cebreiro de 1330 m. de altitud, pero nosotros, como nos dirigimos a la villa de Pedrafita, tan solo vamos a ascender hasta los 1098 m. Esta diferencia de altitud se nota y es la que nos hace la subida mucho mas llevadera.

El primer pueblo que nos encontramos a 2,37 km es Las Lamas. A nuestra izquierda dejamos, ligeramente separada,  la aldea de Santo Tirso por la que discurre el tramo medieval de Künig. 

Lamentablemente, la construcción de «la nueva» N. VI cortó en dos puntos el trazado de «la vieja». Ese es el motivo por el cual debemos hacer varios quiebros a partir de ahora y dejar momentáneamente el trazado de «la vieja». 

A 6,6 km llegamos a El Castro, último pueblo de Castilla y León. En Galicia, es muy abundante el topónimo de Castro ya que hace referencia a la existencia en este lugar del típico poblado utilizado durante la Edad del Hierro y primeras centurias de la dominación romana.  En el tramo Baralla – O Corgo, tendremos la oportunidad de visitar uno en excelente estado de conservación: O Castrillón. El paisaje de nuestra izquierda del Puerto do O Cebreiro cada vez es mas impresionante. Es fácilmente identificable por las altas antenas de comunicaciones que lo coronan.

Seguimos por «la Vieja» y a 1,6 km entramos en Galicia y poco después en la villa de Pedrafita do Cebreiro. Justo a la entrada, en la glorieta, nos recibe una estatua honorífica de Hermann Künig dando, como nosotros, el último paso en esta ascensión. Al lado, podemos contemplar la recreación de una palloza, típica construcción tradicional de esta zona. 

OPCIÓN 2 POR EL CAMINO MEDIEVAL DE KÜNIG. Una vez salimos de Herrerías por el Camino Francés vamos a encontrar un puente justo cuando comienza la cuesta de la Faba. Pegado al mismo puente, a nuestra derecha, se encuentra el camino medieval que siguió Künig. Los primeros metros los recorreremos paralelos a un arrollo mientras escuchamos el suave murmullo de sus aguas. Suavemente vamos ascendiendo por un camino estrecho y terreno hacia el pueblo de Santo Tirso que apenas dista 1,6 km desde el puente. Mientras ascendemos podemos contemplar la belleza del paisaje de bosque autóctono flanqueado por abundantes cursos de agua.

En la primera casa de Santo Tirso cogemos a nuestra izquierda, dejamos la iglesia a la derecha y unos metros mas arriba cogemos a la derecha antes de una casa blanca. Poco después dejaremos a nuestra izquierda el horno y el lavadero para continuar por este precioso camino de media ladera. Descenderemos hasta otro riachuelo que cruzaremos por una vieja pontella de madera para después volver a ascender hasta llegar a la Nacional VI. Lamentablemente el Camino Medieval de Künig fue destruido en este punto por sucesivas carreteras que se hicieron desde el siglo XIX, por lo que alcanzaremos el lugar de El Castro utilizando la propia Nacional VI al principio y después la pista habilitada para el paso local cuando fue la construcción de la autovía. Esta pista nos permitirá pasar por debajo de la autovía y después de un leve repecho llegaremos a El Castro. Desde aquí hasta Pedrafita compartiremos trazado con la opción nº 1 y lo haremos por el Camino Real de Carlos III también llamado la antigua N. VI.

Qué ver en el tramo

LAS PALLOZAS

Si deseamos conocer cómo vivían en esta zona de las montañas gallegas hasta los años 60 del siglo XX, podemos desplazarnos hasta la hermosa aldea de O Cebreiro, que tan solo dista a 4,6 km.

 

Las pallozas hicieron acto de presencia como lugar de habitación tanto de hombres como de animales ya en los poblados castrexos hace dos mil años.

En cada palloza podían vivir hasta 9 o 10 personas junto al ganado, sobre todo vacas, cerdos y gallinas. Su aspecto tan característico no es al azar; la planta circular u ovalada, sin esquinas, facilita la distribución del calor, mientras que sus muros bajos y gruesos ayudan a mantener la temperatura, que suele rondar los 15º. Cuando estaban habitadas era común tener el fuego todo el día encendido. El techo de paja alto y espeso aguanta el peso de la nieve y el viento. 

En la actualidad, de las cuatro pallozas tradicionales que podemos encontrar en O Cebreiro, una de ellas (la de Xan López) aloja el Museo Etnográfico, gestionado por la Xunta de Galicia, otras dos son visitables por dentro y la última de ellas es utilizada como almacén. 

Curiosidades, gastronomía y otras historias....

QUESO DE PEDRAFITA DO CEBREIRO

El origen de estos quesos se atribuye a que lo trajeron de Francia los primeros monjes que se instalaron en estos lugares para atender a los peregrinos que iban hacia Santiago de Compostela. A lo largo de los siglos, los peregrinos degustaron el queso en las montañas del Cebreiro y lo dieron a conocer por toda España, Europa e incluso en otros continentes.

A lo largo de los siglos, los peregrinos degustaron el queso en las montañas del Cebreiro y lo dieron a conocer por toda España, Europa e incluso en otros continentes.
 
Fueron muchos los monarcas que degustaron este queso, entre ellos, los Reyes Católicos, Carlos III  e Isabel de Portugal. Un producto que en el siglo XVIII era el queso más caro de España, pagándose la libra a doce reales y doce maravedís, y el cuarto más caro de Europa, después de «Brie» y «Marolles» y los suizos «Neufchatel».
 

En la historia general del Reino de Galicia en 1750, escrita por P. Seguín se define al Queixo do Cebreiro como ‘de los mejores gustos y de los más delicados del mundo’. Y así debieron pensar en la Casa Real, según se desprende de la Orden de 1746, que disponía el envío semanal del Queixo do Cebreiro para su consumo en las Casas Reales.

El Rey Carlos III se lo regalaba a su hermana la Reina de Portugal, encargándose el cura de Vila Vella que velase por el cuidado en la fabricación de los quesos para que fuesen de gran calidad. Se le pagaban a dicho cura 6 libras de tabaco por este trabajo; 800 reales se le pagaban al arriero que transportaba la mercancía desde Santiago a Lisboa; 600 reales, al empleado de Rentas Provinciales de Galicia, siendo el precio de los quesos de 376 reales

Estos quesos, con su peculiar forma de hongo o gorro de cocinero, se elaboran a partir de leche natural y entera, procedente de ganado vacuno autóctono, concretamente de las razas Rubia Galega, Pardo-Alpina y Frisona.