La peregrinación de Künig

El monasterio de los Siervos de María de Vacha, actual estado de Turingia, estaba situado a un lado del río Werra en una pequeña y tranquila villa de la que aún se conserva su antiguo puente medieval. El apellido Künig ( König) está ampliamente documentado en esta zona, por lo que es posible que fuera el propio lugar de nacimiento Hermann Künig. Entre los años 1479 y 1488 cursaría estudios en el cercano monasterio servita de Erfurt donde, precisamente, habia una Cátedra especializada en peregrinaciones.

Será por lo tanto en esta Cátedra donde Künig adquirió todos los conocimientos que le permitieron llevar a cabo la peregrinación y, sobre todo, la redacción de su Guía de Peregrinos. Tuvo de compañeros de estudio a destacados monjes que llevaron a cabo largas peregrinaciones, como es el caso de Juan Pfenning, que regreso de Jerusalén con mas de 150 reliquias o el propio Denarius de Erfurt que peregrinó a Alejandría y Candia.

A finales de Julio de 1486 el todopoderoso Director General de la Orden Antonio Alabanti visita el monasterio de Vacha y, aconsejado por Enrique Zeiremberg, Prior de la Provincia Alemana, le encarga a Künig hacer la peregrinación con el objetivo de redactar una Guía de Peregrinos. Una tarea realmente ambiciosa y compleja que había que preparar minuciosamente si se quería tener éxito y sobre todo, volver vivo. Un viaje de cerca de 5000 km por tierras desconocidas, con distintas lenguas, monedas, leyes, peligros… La parte económica fue resuelta gracias al apoyo incondicional que tuvo de la orden y del propio Antonio Alabanti.

Künig comienza su peregrinación en el verano de 1488 y regresa por Aquisgrán a Alemania en 1490, concretamente al monasterio de Halle,  donde crea la «Confraternidad de los Hermanos de Santiago» la cual recibe diversos privilegios del Arzobispo Ernesto de Magdeburgo el 27 de Diciembre de 1490 y de Juan Trost, prior de Halle, el 6 de Enero de 1491.

Las fechas de la peregrinación de Künig coinciden con la expansión de la propia orden de los Siervos de María en España. Fray Antonio Alabanti, consiguió del Papa Inocencio VIII la bula Apostolicae Sedis Intuitus el 27 de mayo de 1487. Esta bula, conocida también con el nombre de Mare Magnum, fue la que permitió a la Orden intentar de nuevo establecerse en la Península Ibérica. En el Capítulo General de Bolonia deciden llevar a cabo esta empresa, para lo cual se envía a España también a Fray Jerónimo Fusco con la misión de recorrer diferentes ciudades para llevar a cabo fundaciones conventuales. Fusco, fue elegido Canciller de la Orden en 1485 y Vicario General para la Península Ibérica en 1487 para este fin. Seguramente su elección para esta tarea se debió a su fama como predicador. El gran éxito de este segundo intento de establecer conventos Servitas en la Península tuvo su recompensa, ya que el monasterio femenino de Santa Ana de Morvedre (Sagunto) se adhirió a la Orden en 1489.

Fusco fue uno de los monjes que acompañó a Künig en su peregrinación. Sabemos que estuvo predicando en Santiago de Compostela en 1488 y en 1489. Fue nombrado Inquisidor General de León en 1490. Su gran fama de orador le lleva a  participar en diversas disputas, siendo la mas famosa la entablada con el  Rabino Laban Abaton en 1493. Después de un viaje por Europa, vuelve a España en 1503 para predicar por Alicante, Cádiz y Sevilla. Morirá en 1532 en el convento de Pietralunga (Perugia).

La peregrinación y la elaboración de la Guía de Peregrinos no fue un hecho accidental, ni fortuito, ni tan siquiera una casualidad. Fue un plan orquestado desde las altas esferas italianas, españolas y pontificias que fue diseñado, organizado y sufragado con unos fines concretos. Las fechas en que Künig realiza sus encargos coinciden exactamente con la época de expansión de la orden en la Península Ibérica y la presencia de Fusco en la Península. 

Künig y Fusco hicieron el Camino juntos, o parte de el, y estuvieron después en Santiago una temporada. Künig incluso pudo haber colaborado con Fusco en la tarea de anexión de monasterios. ¿Fue en este sentido Penamaior un objetivo de incorporación?. 

¿Les acompañó alguien mas en el viaje?. La respuesta es si. Iría  acompañado probablemente de un grupo de servitas . Una persona importante dentro de el la podemos conocer gracias a aparecer en la xilografía de la edición de Nuremberg. Se trata de una mujer peregrina entrando por la puerta de una iglesia al mismo tiempo que Künig se arrodilla ante Santiago. Esta ilustración es de gran importancia por ser la primera imagen de una peregrina medieval. Esta misteriosa mujer probablemente fuera Emilia Fernández que por esas fechas estaba construyendo una ermita a su costa para acoger a religiosas servitas y posteriormente reconstruye la iglesia de San Martón de Luco (Vitoria) y su hospital anejo. Por aquí regresa precisamente Künig a Alemania.

Alabanti le otorga a Emilia poderes extraordinarios para una mujer en esa época. Le nombra Vicaria y le permite hacer fundaciones de hombres y mujeres en cualquier parte, poder recibir a otros frailes de otras órdenes y viajar libremente acompañada por dos o mas frailes servitas. incluso el propio Papa Inocencio VIII, el 4 de Febrero de 1488, le concede además una indulgencia especial para todos aquellos que habían trabajado en sus proyectos de construcción.

La innovación primera que propone Hermann Künig en el recorrido actual a Santiago de Compostela, se refiere al trayecto entre León y Ponferrada, y es la relativa al cruce de los Montes de León, que él realiza dando un suave rodeo que evita las montañas.

Se trata del camino de Cerezal de Tremor, el cruce más sencillo que relaciona las cuencas hidrográficas del Miño-Sil y del Duero, y que evita la subida al duro puerto de Foncebadón. Por esto, Künig advierte al lector que “evite Rabanal” (el puerto de Foncebadón) y propone que desde el entorno de León se tome el camino de Santa Marina del Rey (Sanct Maurin), continuando por el valle del Tuerto por Cogorderos, Villamejil, Benavides y Cerezal del Tremor.

Primer tramo de la Vía Künig en España diferente al Camino Frances actual por Santa Marina del Rey, Benavides y Cerezal del Tremor

Este camino de Santa Marina del Rey en el tiempo de Künig tenía gran vitalidad peregrina, contaba con dos hospitales y era la más importante villa del valle del Órbigo leonés.

En la orilla opuesta está Benavides, desde donde la vía pasa a la Cepeda. Künig afirma en su libro que en su recorrido, Astorga queda a tres millas a la izquierda. 

A partir de aquí, la Vía Künig continúa por Brañuelas a Cerezal de Tremor, lugar de honda tradición jacobea desde la Edad Media y dese allí a Bembribre y Ponferrada, donde se vuelve unir al actual Camino Francés.

Superado el paso de los montes de León, sin pasar montañas, Kunig  continuaría por La Ribera y Albares hacia Bembibre, San Román de Bembibre y de allí, por San Miguel de las Dueñas, accedería a Ponferrada.

Una vez llegado a Ponferrada Künig continua por el Camino Francés hasta la población de  Herrerías de Valcarce, donde se desvía del Frances  para evitar el Puerto de la Faba y continua por Pedrafita, As Nogais, Becerreá, Baralla, O Corgo, Lugo ciudad, San Román da Retorta y Melide. Este fue, de hecho, el trazado elegido por Künig en Galicia en detrimento del actual recorrido del Camino Francés por El Cebreiro, Triacastela, Portomarín y Sarria.

Este recorrido que siguió Künig a través de la ciudad de Lugo, era un importante camino medieval muy usado como vía peregrinación a Santiago de Compostela durante toda la Edad Media como lo constatan otros peregrinos medievales como  aquel anónimo cura inglés que peregrinó a Santiago en el siglo XIV, visitando el monasterio de Penamaior y la ciudad de Lugo.

Uno de los aspectos que Künig cuidó al mínimo detalle y que, en ciertas ocasiones, le sirvió para decantarse por un itinerario frente a otro, fue el asegurar establecimientos donde poder comer y dormir de una manera satisfactoria. Su situación y las impresiones que tuvo de ellos es una constante a lo largo de la guía. Los mas repetidos son los establecimientos que la orden de los Antonianos tenían a lo largo del recorrido desde Alemania a través de Suiza, Saboya, Valle del Loira, Montpellier y Tolosa. En el caso gallego también se aseguró contar con el gran establecimiento de ayuda a los peregrinos como era el monasterio de Penamaior en Becerreá.

El Camino que refleja Künig es el mejor trazado existente en la época y, por lo tanto, tiende a esquivar la orografía complicada.  Siempre prefiere caminos mas fáciles, cómodos, seguros y prácticos, aun a costa de dar un ligero rodeo que, por otra parte, no aumenta mucho la distancia. Las montañas en el mundo antiguo, con sus cuestas, siempre suponían un problema añadido a la propia dificultad que tenía de por sí el viaje y, como en todas las épocas, un cansancio extra. Si se viajaba con carro, era muy frecuente, que los animales de tiro no fueran capaces de subir, por lo que se necesitaba contratar tiros adicionales, con el respectivo aumento de coste. Estas zonas montañosas, que solían estar nevadas e intransitables la mayor parte del invierno, eran además inhóspitas, despobladas, sin establecimientos de hospedaje y con unos caminos mucho peores que en las otras zonas, que ya de por sí eran muy malos. Pero a todos esos inconvenientes se le añadía quizás el peor, o por lo menos el que mas respeto causaba: eran las zonas donde estaban los asaltadores y delincuente que robaban a los viajeros y, también, a los peregrinos. Obviamente, ante todo esto la lógica imponía evitarlas que es lo que precisamente hace Künig en todo su recorrido. Además lo hace de una manera imperativa, claro, escueto, para que no haya lugar a dudas. De este modo avisa de cómo evitar el monte del Manzanal (León):

Pero se quieres seguir mi consejo,
Has de coger por la derecha,
Entonces no te compre superar ningún monte,
Los dejas quedar todos a la mano izquierda.
Ten cuidado del Rabanal (de él Camino), tal es mi consejo…

De manera semejante indica la entrada en Galicia:

Desde aquí has de ir por un puente ( Herrerias de Valcarce)
y por otro aún, ahora me tienes que entender bien:
Si no quieres coger el camino por el monte de la Faba
lo dejas quedar a la izquierda
y la altura del puente te desvías a la derecha

De todos los peregrinos es conocida la extrema dureza de la llamada Costa de la Faba que asciende hacia puerto de El Cebreiro desde Herrerías de Valcarce. Künig prefiere evitarla y elige un camino mas fácil por Pedrafita, As Nogais, Becerreá, Baralla, Corgo, Lugo y Melide, donde se vuelve a unir al Camino Francés. Este camino además contaba con una estructura y con una red asistencial a los peregrinos tan buena como el propio Camino Francés que prefiere evitar. No debemos de olvidar que el objetivo fundamental que se contempla en la peregrinación a Compostela es alcanzar la ansiada meta apostólica en las mejores condiciones físicas y espirituales y en el menor tiempo posible. En este sentido el trazado por Lugo aporta al peregrino todas estas ventajas ya que es mas fácil, permite visitar elementos religiosos de gran importancia –reliquias del monasterio de Penamaior y ciudad de Lugo- y solo supone 9 km mas que el trazado por el Camino Francés.

La ciudad de Lugo tuvo durante la Edad Media una enorme importancia como lugar de tránsito de peregrinos testimoniada por la presencia de siete hospitales. Los peregrinos que llegaban bien por el Camino Primitivo o por la Vía Künig se juntaban a la entrada de la ciudad, en la Puerta de San Pedro, y desde aquí hacían el mismo recorrido hasta Santiago. Pero además Lugo tenía, y tiene, un valor añadido de carácter religioso como lugar de atracción de peregrinos mas allá de su excelente posición geográfica: la exposición permanente del Santísimo Sacramento. Una exposición casi única en el mundo y que, según las últimas investigaciones, tuvo un importante auge en la segunda mitad del siglo XV.

La importancia de la zona de San Pedro, actualmente conocida cómo San Roque, como lugar de tránsito de peregrinos queda reflejado en la existencia de la capilla de San Pedro de Afora que ya estaba construida en la segunda mitad del siglo XII. Esta capilla ubicada en la actual zona de la Plaza de los Mártires de Carral “seguramente formaba parte de uno pequeño lugar de acogida de peregrinos cuando llegaban la ciudad y las puertas de la muralla estaban cerradas, ya que los hospitales o albergarías estaban en el interior…”

El camino que tomó Hermann Künig en Galicia, diferente al Camino Francés actual que va por O Cebreiro y Medide. El camino seguido por Künig pasa por la ciudad de Lugo y tan solo supone 9 km más que el Camino Francés actual. Este mínimo rodeo le permitió suavizar las elevadas montañas de entrada a Galicia y poder utilizar un camino histórico, heredero de la vía romana XIX, con excelentes infraestructuras tanto caminera como de servicios.

 

A Künig le agradó la ciudad de Lugo de una manera especial como él mismo reconoce en la guía:

La ciudad está construida de manera poca común,
cosa que todo el mundo ve con agrado.

El que cita expresamente es el balneario, que queda al lado del rio Miño y del Puente Viejo. No es la primera vez que presta atención a las aguas termales en su viaje, lo es que ciertamente lógico, ya que serían realmente reparadoras para su cansado cuerpo. Después de cruzar dicho puente continua camino hacia Melide, a la que define como “la ciudad destruida”, lo que realmente sería así, ya que fue arrasada durante las Guerras Irmandiñas, acontecidas veinte años antes de su peregrinaje. 

Es muy curioso que a la ansiada meta, la ciudad de Santiago, tan solo les dedique unas pocas líneas. Está claro que para Künig lo importante era el propio Camino.