La guía de Künig

Yo, Hermann Künig de Vach
quiero componer con la ayuda
de Dios un pequeño libro que se va
a llamar El camino de Santiago.
En él quiero describir caminos,
huellas y de qué modo todo
hermano de Santiago deberá abastecerse
con bebida y comida.

El objetivo de Künig queda plasmado en estas líneas con las que comienzo su guía de peregrinos. Elaborar una Guía de Peregrinos era desde luego un objetivo realmente ambicioso en esas décadas finales de la Edad Media. Con toda probabilidad, sería la tarea de toda una vida. La dificultad que entrañaba tal empresa la podemos palpar en la casi total ausencia de este tipo de documentos, de hecho, tan sólo existen dos guías de peregrinos medievales: el Códice Calixtino y la de Hermann Künig.

Hermann Künig fue un monje servita que vivió en el monasterio de Vacha (Alemania) a finales del siglo XV.  La orden de origen italiano de los siervos de María, también conocidos como servitas, tenía una amplia representación en Alemania con 13 conventos , todos situados en los landers orientales, que eran considerados por la casa madre de Florencia como la quinta provincia.

Junto al Códice Calixtino constituye el único ejemplo de guía medieval de peregrinos, lo que le confiere un valor incalculable.
Escrita en alemán antiguo consta de 651 versos. Las rimas, muy posiblemente, ayudarían a ir memorizando el texto que iba componiendo durante la marcha con las características de la ruta. Una de sus particularidades mas excepcionales y su magnífica precisión, realmente sorprendente para esta época. Ofrece información detallada sobre avituallamiento, posadas y hospitales adecuados, peajes, cambio de monedas, bifurcaciones de caminos, puentes, barcas, lugares para reparar los zapatos, limosnas…. Mientras hace esto también da consejos, o emite juicios sobre diferentes aspectos. Emplea la legua como unidad de medida con un valor de unos siete kilómetros, aunque puede variar en algunas zonas. Esto es comprensible porque Künig no posee ningún aparato de medida, por lo que las calcula en función del espacio recorrido en una hora y esto depende de otros factores como desnivel, tipo de camino, climatología…

Divide la guía en dos partes claramente diferenciadas: el camino de ida, llamado “vía alta” a lo que le dedica 520 versos mientras que al camino de vuelta “vía baja” le ocupa 130 versos.

El propio Künig se entera de la enorme importancia que tiene su guía y de que gracias a ella va a ayudar a muchos peregrinos. Pero no solo fue Künig el que tuvo esta percepción. Los propios contemporáneos también la consideraron como una obra de culto, esencial e indispensable. Esta enorme importancia y consideración provocó que fuera publicada en cinco ocasiones entre 1495 y 1521, en una época además donde resultaría muy difícil publicar un libro, ya que la imprenta llevaba escasamente cincuenta años funcionando desde su invención por Gutenberg. Todo esto indica lo mucho que estimaban los consejos de esta guía. 

La primera edición se publicó en 1495. Le sucederían posteriormente la de Estrasburgo y Nurenberg de las que no conocemos la fecha. En 1520 volvería a salir otra edición en Nurenberg en la imprenta de Jobst Gutknecht. La última, en 1521 fue impresa en Leipzig. Estas reediciones sufren un corte brusco y radical en esta fecha debido al inicio de las guerras de religión en Alemania donde las tesis de Lutero, seguidas por buena parte de los príncipes alemanas, se enfrentan al defensor del catolicismo, el emperador Carlos I de España. La larga guerra y la visión negativa que el luteranismo tiene sobre el peregrinaje hace que prácticamente desaparezca en el norte de Europa