La guía de Künig
Yo, Hermann Künig de Vach
quiero componer con la ayuda
de Dios un pequeño libro que se va
a llamar El camino de Santiago.
En él quiero describir caminos,
huellas y de qué modo todo
hermano de Santiago deberá abastecerse
con bebida y comida.
El objetivo de Künig queda plasmado en estas líneas con las que comienzo su guía de peregrinos. Elaborar una Guía de Peregrinos era desde luego un objetivo realmente ambicioso en esas décadas finales de la Edad Media. Con toda probabilidad, sería la tarea de toda una vida. La dificultad que entrañaba tal empresa la podemos palpar en la casi total ausencia de este tipo de documentos, de hecho, como Guía, tan sólo existe la de Künig puesto que el Códice Calixtino tan solo se refiere al Camino en el libro V y es con una mera recopilación de lugares, milagros y reliquias que no tiene la consideración de Guía.
Hermann Künig fue un monje servita que vivió en el monasterio de Vacha (Alemania) a finales del siglo XV. La orden de origen italiano de los siervos de María, también conocidos como servitas, tenía una amplia representación en Alemania con 13 conventos , todos situados en los landers orientales, que eran considerados por la casa madre de Florencia como la quinta provincia.
Künig estudió probablemente en la Cátedra del cercano monasterio servita de Erfurt, donde adquirió amplios conocimientos del mundo de los viajes y peregrinaciones y qcompartió Cátedra con afamados peregrinos servitas como Denario o Juan Pfenning.
Künig realiza la peregrinación con el único objetivo de escribir la Guía. Parte de Vacha a principios del verano de 1488 y regresa en diciembre de 1490. Dedica esos dos años y medio a buscar «in situ» el mejor camino posible. En cada zona, en cada ciudad, en cada montaña elige siempre la mejor opción ya sea entre los propios Caminos de Santiago o también, utilizando otros caminos existentes. Su objetivo esta claro. En su Guía debe figurar el mejor Camino en todos los aspectos: mejor trazado, mas cómodo, mas seguro, mejores infraestructuras, mejores sitios donde comer, alojarse, puentes para cruzar los ríos … Si analizamos el recorrido seguido en Francia se ve perfectamente esta estrategia. Desde Suiza usa el cómodo camino del valle del Ródano (Vía Rhona) para alcanzar Nimes que no es de Santiago. Desde aquí, utiliza la vía de peregrinación del Piamonte para llegar a Carcasona pero, en este lugar la abandona y se desvía a la Vía de Santiago Tolosana que, la vuelve a abandonar en Morlaas para saltar el Camino de Le Puy por Arthez y seguir trasversalmente hacia Orthez, ya en la Vía de peregrinos de Vezelay, con la que cruza los Pirineos. Como vemos Künig hace su Camino con diferentes tramos de las cuatro vías de peregrinación clásicas francesas y el camino del valle del Ródano que no es de peregrinación. El resultado, un Camino magnífico.
Escrita en alemán antiguo consta de 651 versos. Las rimas, muy posiblemente, ayudarían a ir memorizando el texto que iba componiendo durante la marcha con las características de la ruta. Una de sus particularidades mas excepcionales y su magnífica precisión, realmente sorprendente para esta época. Ofrece información detallada sobre avituallamiento, posadas y hospitales adecuados, peajes, cambio de monedas, bifurcaciones de caminos, puentes, barcas, lugares para reparar los zapatos, limosnas…. Mientras hace esto también da consejos, o emite juicios sobre diferentes aspectos. Emplea la legua como unidad de medida con un valor de unos siete kilómetros, aunque puede variar en algunas zonas. Esto es comprensible porque Künig no posee ningún aparato de medida, por lo que las calcula en función del espacio recorrido en una hora y esto depende de otros factores como desnivel, tipo de camino, climatología…
Divide la guía en dos partes claramente diferenciadas: el camino de ida, llamado “vía alta” a lo que le dedica 520 versos mientras que al camino de vuelta “vía baja” le ocupa 130 versos.
El propio Künig se da cuenta de la enorme importancia que tiene su guía y de que gracias a ella va a ayudar a muchos peregrinos. Pero no solo fue Künig el que tuvo esta percepción. Los propios contemporáneos también la consideraron como una obra de culto, esencial e indispensable. Esta enorme importancia y consideración provocó que fuera publicada en cinco ocasiones entre 1495 y 1521, en una época además donde resultaría muy difícil publicar un libro, ya que la imprenta llevaba escasamente cincuenta años funcionando desde su invención por Gutenberg. Todo esto indica lo mucho que estimaban los consejos de esta guía.
La primera edición se publicó en 1495. Le sucederían posteriormente la de Nurenberg de 1517 del impresor Johann Stuchs y la de Estrasburgo de 1520. En 1520 volvería a salir otra edición en Nurenberg en la imprenta de Jobst Gutknecht. La última, en 1521 fue impresa en Leipzig. Estas reediciones sufren un corte brusco y radical en esta fecha debido al inicio de las guerras de religión en Alemania donde las tesis de Lutero, seguidas por buena parte de los príncipes alemanas, se enfrentan al defensor del catolicismo, el emperador Carlos I de España. La larga guerra y la visión negativa que el luteranismo tiene sobre el peregrinaje hace que prácticamente desaparezca en el norte de Europa
Portadas de las distintas ediciones de la Guía de Künig